Qué fácil y qué rápido se rompen las cosas, el amor, la amistad, como un jarrón... Pero cuando pretendes arreglarlo te das cuenta de las grietas, de que faltan pedacitos, la confianza no es la misma. No pretendas arreglar algo que está roto si no recoges todos los pedazos que tú mismo has fracturado. Si alguna pieza falta no podrás. Y te falta, lo sabes. Aunque no lo quieras ver. El jarrón no significa nada, se remplaza por otro y ya está, pero el sentimiento que tenías por él, eso lo significa todo. Una vez toca el suelo y se va desintegrando algo en ti cambia, es tu corazón, resquebrajándose y, hago hincapié de nuevo, la confianza, quebrantada. Es muy fácil romper algo. Es muy fácil mentir. Es muy fácil que alguien te controle. Es muy fácil dejarse llevar. Es muy fácil criticar. Es muy fácil borrar algo o alguien si no te importaba. Es muy fácil ser mala. Es muy fácil ser grosero. Es muy fácil señalar. Es muy fácil hablar. Pero cuando alguien tiene que controlar su mal carácter, su rabia, sus ganas de hacerse daño porque se siente inútil, infravalorado, criticado, vapuleado, rechazado, ignorado, porque siempre le han considerado alguien tonto, infantil, inmaduro y sabe dios que mil cosas más, no es nada fácil. No es fácil estar midiendo la palabras con todo el mundo por no querer hacer daño, no es fácil tener que decir sí a todo o callar y aguantar porque nadie te da vela en ningún entierro, porque nadie te tiene en cuenta, no es fácil ponerse en la piel de otra persona, no es fácil escuchar, no es fácil sentir propio lo que los demás sienten, no es fácil ocultar tus sentimientos durante toda una vida, no es fácil aguantar que te traten como mentiroso una y otra vez y no poder hacer nada, y ver como alguien está alejándose de ti, como otra persona aleja a ese alguien de ti, como tú inevitablemente te alejas, porque mejor estar sola que es como siempre has estado... Ahora, no me vengas a decir qué es fácil o qué no lo es, porque puedo ser más joven que tú pero te aseguro que siento más que tú y que sé lo que no es fácil. Puede parecer que soy fría y que tengo un corazón de hielo pero prefiero eso antes que demostrar algo que no siento. Pídeme cualquier cosa hace un año y yo lo daría todo. Pero hoy ya no, hoy está empezando a ser demasiado tarde.
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