No hay tan sólo un día que te olvide
O que no me arrepienta de haberte probado.
Fruto prohibido era pensarte, ni imaginarte debía,
Como dulce alimento me tentaste y fui a morderte.
Eras mi tabú, mi árbol de la Ciencia y mi serpiente,
Tanto bueno como malo. Tú me engañaste
Y yo decidí pecar...
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