[…] El tenía la sonrisa triste. No creas que no me he fijado que cuando estoy con él no es tan triste. También he notado como me mira, más de mil veces lo he sorprendido.
Al principio apartaba sus ojos rápidamente como si no le hubiera pillado, pero ahora la mantiene. Su mirada fija en mí. Más aún cuando me tapaba la cara al reír. Le veía a través del escudo de mis dedos o de mi pelo, muerta de vergüenza. Sin embargo en realidad no lo veo, porque suele esconder su mirada tras unas gafas de sol oscuras, pero de todas formas disimula fatal.
He notado que cada vez que me río, su boca se tuerce ligeramente hacia la izquierda en una pequeña sonrisa. Tal vez sean ilusiones mías pero… Lo he visto parpadear varias veces cada vez que lo pillo mirándome y otras veces escucho su risa disimulada, fingiendo que no lo he descubierto.
Muchas veces lo veía acompañado por sus amigos haciéndose bromas y cuándo algo le hacía mucha gracia se agarraba la barriga y echaba su cabeza hacia atrás, lo cual hacía que sus gafas se cayeran y mostraba esa mirada pícara. A veces me veía mirándole y me guiñaba un ojo, a mí me encanta cuando lo hace, con ese descaro, y yo, cómo no, con mis mejillas coloradas.
Alguna que otra vez, cuando estoy concentrada, noto unas manos en mis ojos e instintivamente sé que es él para decirme que sonría y que no baje la cabeza avergonzada.
Sé que si estoy mal será el primero en espantar mi tristeza, vendrá y la estrangulará con sus abrazos fuertes.
No sé cómo he llegado a quererlo tanto en tan poco tiempo, que desde el día que choqué con él, es como si se hubiera metido dentro de mi piel, siendo parte de mí.
Como si aquel día su sonrisa triste colisionara con mi timidez y colapsaran. Dándo nueva energía a nuestra vida.
Y no sé si él lo sentirá así, si creerá que estoy loca, si me dirá que no, pero para mí ya no es mi amigo, sino algo más…
Si me dice que sí, dejará de tener la sonrisa triste. […]
jueves, 17 de marzo de 2016
Ella
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario